El 11 de septiembre se conmemora la Diada de Catalunya. Recuerda la rendición de Barcelona el 11 de septiembre de 1714 y el final de la Guerra de Sucesión española en el que perdieron sus libertades e instituciones. El lema para este año es “Més motius que mai. Independència” (Más motivos que nunca. Independencia) con el soporte de la Assemblea Nacional Catalana, Òmnium Cultural, la Associació de Municipis per la Independència (AMI), el Consell de la República, La Intersindical, el CIEMEN y los Comitès de Defensa de la República (CDR) todos ellos han sido los responsables de llenar las calles de Barcelona, Tortosa y Girona. Dichas instituciones que representaron las aspiraciones del independentismo, se han quedado reducidas a una cuestión testimonial. La Diada siempre ha sido una manifestación popular, festiva y pacífica a favor de la independencia catalana, el mayor acto de fuerza del soberanismo catalán. Pero, la Diada 2025 ha sido con los mismos motivos de siempre y con menos gente que nunca.
La primera celebración legal de la Diada, después de la dictadura, fue un acto masivo en Sant Boi de Llobregat el 11 de septiembre de 1976, un año después se reunieron más de un millón de personas en Barcelona. A partir de aquí, en el período 2012-2015 siguió la tónica de gran afluencia con miles de personas con banderas esteladas, coincidiendo con el «procés». Pero, en los últimos años la ciudadanía ha mostrado cansancio y una desafección creciente. En pocos años la Diada ha pasado de congregar un millón de personas, hasta llegar a la Diada 2025, que ha reunido solo 28.000 personas en Barcelona y más de 40.000 en toda Catalunya.
Según el segundo barómetro del año del Centre d’Estudis d’Opinió (CEO) de la Generalitat, el apoyo a la independencia se sitúa en el 40% y el 52% de los catalanes votarían en contra de la ruptura con España en un hipotético referéndum de autodeterminación. Llegando en octubre de 2017 al 49%, pero desde hace cinco años no pasa del 45%. Lo cual significa que la población de Catalunya, sigue dividida y que el independentismo sigue teniendo su parcela de poder, aunque ahora se queden en sus casas, en vez de salir a las calles, en la Diada.
Donde el catalán sigue siendo importante para los catalanes, donde el 70% de los encuestados por el CEO apoyan la oficialidad del catalán en la UE y creen que el reconocimiento europeo mejoraría la imagen y el prestigio internacional de Catalunya. La Diada 2025, no ha sido un fracaso, pero tampoco se puede considerar un triunfo del independentismo. En Catalunya sigue existiendo una parte importante de ciudadanía, que están convencidos que la independencia es la solución a sus problemas.
De esa parte de la ciudadanía, se nutren partidos como Junts y ERC, esos votos que necesita ahora el PSOE para gobernar. Y, que a lo mejor, también le son necesarios a un futuro Gobierno del PP. Algo a lo que se debería acostumbrar el resto del Estado: Catalunya existe y además muchos catalanes son independentistas o por lo menos exigen más competencias y dinero. Y, eso gustará más o menos, pero la única solución es el diálogo o ceder a las pretensiones independentistas.