El presidente Trump ha firmado una orden ejecutiva con la que cambia el Departamento de Defensa de Estados Unidos a Departamento de Guerra, dependiente del Pentágono. Un nombre que existió entre 1789 hasta 1949, cuando se cambió para proyectar que Estados Unidos estaba centrado en prevenir conflictos, que coincidió con el final de la Segunda Guerra Mundial. Un cambio, que según Trump, deja de ser «defensivo» y como Departamento de Guerra, refleja todo su poder. El objetivo es reforzar la percepción de «paz mediante la fuerza» y restaurar lo que la administración considera el prestigio internacional de Estados Unidos. Una orden ejecutiva, que es la número 200 desde que asumió el cargo, que es a la vez una demostración de fortaleza, pero también de la deriva autoritaria de Trump.
La página web del Pentágono ha cambiado a war.gov, usando la palabra «guerra» en inglés. Un título secundario que se acompañará en todas las comunicaciones publicas y en todos sus cargos. El Departamento de Guerra de Estados Unidos, quiere transmitir un mensaje más fuerte de preparación y determinación en comparación con «Departamento de Defensa», que enfatiza únicamente en las capacidades defensivas.
Un Departamento de Guerra que quiere mostrar su imagen victoriosa, como dijo Trump: «no se trata solo de renombrar, se trata de restaurar; las palabras importan«. Un Departamento de Guerra para «ganar y no quedar atrapado en conflictos interminables». Todo esto con los conflictos armados de Ucrania e Israel, donde poner fin a la guerra de Ucrania en un plazo de 24 horas, fue una de las principales promesas de campaña del presidente Donald Trump.
El 1 de septiembre se reunieron el presidente ruso, Vladímir Putin, el presidente chino, Xi Jinping y el primer ministro indio, Narendra Modi en el Consejo de Jefes de Estado de la Cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái. Además, de la exhibición militar del presidente de China, Xi Jinping, el miércoles con motivo del 80 aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial. Todo ello se puede considerar un desafío a Estados Unidos.
Cuándo la humanidad tiene que elegir entre el diálogo y la confrontación, entre la paz y la guerra, Estados Unidos ha optado por su Departamento de Guerra. Nada nuevo. La guerra sigue siendo parte del teatro político y lo peor de ello, es que se seguirán produciendo. Mientras tanto, seguimos pidiendo, desde aquí, el fin de todas las guerras: una utopía.