El portavoz de Esquerra Republicana en el Congreso, Gabriel Rufián, ha defendido la creación de un auténtico espacio «plurinacional» de izquierdas de cara a las próximas elecciones generales. Emulando la coalición plurinacional de izquierdas Ahora Repúblicas, formada por ERC, EH Bildu, BNG, y Ara Més, en las elecciones al Parlamento Europeo de 2024 que se celebraron en la Unión Europea en junio de 2024. Fue la cuarta fuerza más votada en las elecciones europeas, como formación más votada a la izquierda del PSOE, superando a Sumar y Podemos.
Ante la falta de unidad de la izquierda nacional, el mensaje de Rufián es claro: “si no nos ponemos de acuerdo nos matarán por separado… políticamente”. Una voz que azuza al poder y al resto de conciencias de la izquierda, una voz que antes tuvo Pablo Iglesias y que ahora la tiene Rufián como portavoz de un partido político catalán con una ideología independentista, republicana y de izquierdas. Que llama a la izquierda, a esos partidos a no ser exclusivamente independentistas y pensar en movilizar al conjunto de las clases populares, desde un punto de vista republicano donde «nadie es más que nadie». Pero, formar un frente «plurinacional» que incluya a «las izquierdas independentistas, soberanistas, autodeterministas, federalistas o confederalistas«que pueden tener el rechazo de muchos votantes de izquierdas a nivel nacional, que sienten rechazo a todo lo que cuestione la unidad nacional. Por lo tanto, esta coalición plurinacional de izquierdas está supeditado exclusivamente al voto de catalanes, vascos, gallegos y baleares.
La opción de la unidad de la izquierda pasa por un acuerdo entre Podemos y Sumar. La opción de esta coalición plurinacional de izquierdas es también un proyecto político estable que confronte el centralismo que persiste en las izquierdas con sede en Madrid. Una propuesta que no forma parte de la hoja de ruta de ERC, en la que aún está en un proceso de redefinición interna, marcado por tensiones entre el eje independentista y el eje social, y por la necesidad de rehacer su estrategia tras la etapa del “procés”. La propuesta de Rufián es un canto de sirenas, pero sirve para recordar a la izquierda, que sin unidad «nos matarán por separado… políticamente».
Quizás hace falta que gobierne el PP y Vox, para que muchos votantes de la izquierda desilusionados, vuelvan a las urnas. Quizás hace falta que gobierne el PP y Vox, para que la izquierda se una. Pero, una coalición plurinacional de izquierdas no tiene demasiado futuro con una ley d´Hontd que sirve para repartir los escaños de un Parlamento, en un cálculo matemático por el que se divide el total de votos obtenidos por los distintos partidos y se les termina asignando los escaños a los promedios más altos. Con el riesgo de que si obtiene menos del 10% de los votos en una circunscripción electoral no obtiene representación en el parlamento, porque ese porcentaje es el umbral mínimo establecido por la ley.
Ahora, Esquerra con 4 diputados mantiene al Gobierno de coalición de Pedro Sánchez. Con una coalición plurinacional de izquierdas el objetivo sería confrontar con Sumar, que desde su nacimiento fue unir a la izquierda, hasta su debilitamiento interno con dimisiones y rupturas, pasando de 31 a 26 diputados en apenas dos años. Rufián lo tiene complicado, pero por lo menos recuerda a toda la izquierda que sin unidad, la derecha tiene el camino abierto a la Moncloa.