Indignación sin ideología.

Los "chalecos amarillos" son un movimiento que ha aparecido en Francia como protesta contra el aumento de los impuestos de los carburantes y las reformas neoliberales de Macron. Un movimiento espontáneo, horizontal, de indignación sin ideología y sin líderes, cuya politización se la disputan la extrema derecha y la extrema insumisa. Los "gilet jaunes" son la expresión de un malestar social de la población francesa, no son de derechas ni de izquierdas, no están organizados, rechazan todo lo que representa al poder, luchan contra el sistema y son capaces de hacer desestabilizar el gobierno francés de Macron con sus chalecos amarillos. La indignación de cientos de miles de hombres y mujeres, que paralizan carreteras y toman zonas en el corazón mismo de París, con un único elemento simbólico y unificador que es un chaleco amarillo, pero sin ideología, donde Macron, el "presidente de los ricos" es el principal objetivo de las críticas y…

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Falta hacer autocrítica.

La autocrítica es la disposición que tienen las personas para admitir sus errores para su posterior corrección. Si somos capaces de criticar a algo o alguien, deberíamos saber hacernos autocrítica a nosotros mismos. Al mismo tiempo que nos sometemos a la crítica de las personas para así tener una idea de lo correcto, hemos de analizar, de reflexionar sobre nuestros fallos. Ahora, toca hacer autocrítica de las elecciones andaluzas, celebradas ayer domingo, donde por primera vez han ganado el bloque de derechas y la entrada en el Parlamento de un partido de extrema derecha. La izquierda: PSOE y las confluencias de izquierdas recogidas en Adelante Andalucía han perdido más de 700.000 votantes y el bloque de derechas: Partido Popular, Ciudadanos y Vox, han ganado alrededor de 350.000 votantes. Es decir, la mayoría de los votantes que ha perdido la izquierda no han ido a ningún otro partido, han decidido abstenerse. Si no hubiera descendido la…

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Votar es un riesgo.

El voto es secreto como garantía del sistema electoral y porque creo que a nadie le interesa el partido al que vote. El hecho de votar es un riesgo. Está dentro de mi libertad el escoger una papeleta de un partido que sea más afín con mis ideas, aunque ninguno de ellos colme todas mis expectativas. Pero, eso no me deja de creer que: votar es la esencia de la democracia y por eso lo hago.  Hoy es jornada de reflexión de las elecciones andaluzas, un día que quizás ha quedado un poco desfasado en la sociedad de las redes sociales, pero hoy no se puede pedir el voto directamente ni repartir propaganda. Como mi voto es secreto, no hablaré de partidos, pero si quiero hacer una reflexión de todos esos temas que tengo claro que nunca votaré. Eso no quiere decir que cada uno sea libre de pensar diferente y de…

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