En este momento estás viendo Liderazgo ideológico y político del PP.

Liderazgo ideológico y político del PP.

El hecho de poner a una persona como líder no le convierte evidentemente en esa figura, si no lo es. Y, menos en política. El liderazgo es una cuestión de actitud, de toma de decisiones, de ideas claras, de dar órdenes, de dirección de proyectos, de formar equipo y de empatía. El líder tiene que ser una persona honrada, comprometida, innovadora, motivadora, coherente, capaz de reconocer sus errores e incluso de pedir perdón. Tiene que buscar los controles y transparencia para evitar la corrupción y para controlar la culminación de sus promesas. Que ayuda a avanzar hacia un objetivo con la intención de mejorar la vida de sus ciudadanos y ciudadanas. El concepto de liderazgo quizás ha ido evolucionando con el paso de los años, pero la sociedad siempre busca un referente en la personalidad.

Un líder político debe ser capaz de liderar la oposición, de pensar cómo ganar las elecciones, con quién pactar y cómo gobernar. Debe ser capaz de generar un clima de cordialidad, de bases de entendimiento y de comunicación. En definitiva, tiene que ser una buena persona y un mejor político. Y, todo eso para sus votantes, pero también  para todos los que no le votan. Los líderes políticos a los que estamos acostumbrados,  no son capaces de negociar, de llegar a un acuerdo. Y, su nivel de enfado y crispación es cada vez mayor.  Lo que está claro es que al líder se le pide sacrificar sus intereses y deseos personales, por los intereses de la ciudadanía. Y, el problema comienza cuando se llega al poder. Y, eso muchas veces se convierte en un ejercicio de supervivencia, por seguir gobernando.

Se puede hablar de Pedro Sánchez como líder, aunque solo lo es para una parte del PSOE, pero que no logra alcanzar la confianza de todo el partido. Sin embargo,  consigue la unanimidad en su rechazo por parte de la oposición, de que sus estrategias suscitan desconfianza y rechazo.

Después de la moción de censura a Rajoy en 2018, el PP buscó un líder en Pablo Casado. Hasta que en el 2022 comenzó una guerra abierta con Isabel Díaz Ayuso, cuando la dirección nacional del partido abrió un expediente a la presidenta madrileña por unas acusaciones de un supuesto espionaje para investigar a su hermano por unos contratos adjudicados en la compra de mascarillas durante la pandemia. Pablo Casado accedió finalmente a convocar a la Junta Directiva Nacional, poner en marcha un Congreso del PP extraordinario, y comprometerse a no presentarse a la reelección. Pablo Casado, no era un líder, no tenía el carisma personal para serlo y le ganó la partida Ayuso.

Era el momento de Alberto Núñez Feijóo, presidente de la Xunta de Galicia desde 2009 y presidente del Partido Popular de Galicia entre 2006 y 2022. El candidato de las cuatro mayorías absolutas en Galicia, que se convirtió en presidente del PP en 2022. Se pensaba que el líder de Galicia iba a ser un líder nacional. Pero, Feijóo es un líder que no lidera, un líder que vive pendiente de Díaz Ayuso y de Aznar. Un candidato que llama la atención por su atonía y falta de propuestas. Que domina el debate en el Congreso, pero que ha caído en el ataque personal, en la bronca y en el ruido. Un liderazgo supuesto, que no ha alcanzado ni entre sus votantes.

El liderazgo ideológico es de la Fundación Faes, presidida por José María Aznar, que trabaja «en el ámbito de las ideas para nutrir el pensamiento del centro liberal reformista con diferentes propuestas políticas». Además, de la influencia de Vox. El liderazgo político está a cargo de Isabel Díaz Ayuso, con la colaboración de su jefe de Gabinete Miguel Ángel Rodríguez, que acompañó a Aznar cuando era líder del PP y se convirtió en presidente. Un liderazgo político basado en el enfrentamiento constante con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Una dupla entre Aznar y Ayuso: uno pone la ideología y Ayuso sigue sus directrices en el Gobierno de Madrid, extendiéndolo a nivel nacional.

El Campus FAES de este año, se ha dedicado al examen de Europa y el vínculo atlántico. Pero, lo importante ha sido el discurso de Aznar, donde ha dibujado un escenario nacional apocalíptico por culpa de Pedro Sánchez. Donde es necesario un líder para ganar las elecciones y gobernar sin Vox. Aznar es el único adversario que podría ganar supuestamente a Pedro Sánchez. Pero, Aznar no volverá a ser candidato del PP. La solución podría ser Ayuso.

Isabel Díaz Ayuso reúne ser la parte dura del PP, que ha hecho de la libertad su bandera y de la rebeldía ante el Gobierno central, su marca personal. La líder, es mediática, conocida y parece que no le afecta que la Fiscalía pida tres años y nueve meses de cárcel por dos delitos de fraude fiscal de su pareja. Además, de los dos pisos, donde viven Isabel Díaz Ayuso y su pareja, Alberto González Amador, de cuestionada procedencia. Una candidata a la Presidencia del Gobierno, con demasiados problemas.

Solo queda Feijóo, que no sigue la senda de FAES, es decir de Aznar. Ni tiene el liderazgo político de Ayuso. Puede ganar las próximas elecciones generales, puede incluso gobernar con el apoyo de Vox. Pero, Feijóo seguirá sin tener el liderazgo necesario. El liderazgo no se trata simplemente de ocupar una posición de autoridad, es algo más…

Deja una respuesta