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Cierre ilegal del espacio aéreo de Venezuela.

El Diccionario panhispánico del español jurídico define espacio aéreo como: «Espacio situado sobre el territorio, las aguas interiores y el mar territorial de un Estado y sobre el que este ejerce su soberanía plena y exclusiva, al que sirven como límite las fronteras terrestre y marítima de cada Estado, manteniéndose hasta ahora indeterminado el límite con el espacio ultraterrestre.» Con esta definición Venezuela ejerce su soberanía plena y exclusiva de su espacio aéreo. Por lo tanto, Estados Unidos no tiene autoridad para cerrar el espacio aéreo de Venezuela.

El régimen jurídico del espacio aéreo parte del principio de la atribución a los Estados de la soberanía de espacio aéreo subyacente y se nutre tanto de normas de origen internacional como nacional. Que el presidente de los Estados Unidos comunique el cierre del espacio aéreo de Venezuela es ilegal, aparte de suponer una amenaza al Derecho Internacional y la posible invasión de Venezuela por parte del ejército norteamericano.

Según la Carta de Naciones Unidas se prohíbe el uso de la fuerza en las relaciones internacionales. La presencia legal de tropas extranjeras en un país puede darse, fundamentalmente, por tres motivos: a través de la firma de un acuerdo con el Estado huésped, con base en una resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y al aplicar la defensa propia contra un ataque previo. Estados Unidos no ha firmado ningún acuerdo con el Gobierno de Venezuela. No hay ninguna resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Y, Estados Unidos no puede apelar a la defensa propia porque Venezuela no ha realizado ninguna agresión. Por lo tanto, cualquier presencia de tropas norteamericanas en el territorio venezolano es ilegal ante el derecho internacional.

Desde septiembre de este año, el Gobierno norteamericano ha destruido 22 embarcaciones en aguas internacionales calificadas por Washington como “narcolanchas”. Trump acusa a Nicolás Maduro y a su ministro de interior, Diosdado Cabello, de liderar el Cártel de los Soles y de ser una amenaza directa a la seguridad nacional de Estados Unidos. A partir de este verano comenzó el despliegue militar de Estados Unidos en el mar Caribe y Pacífico Oriental, para combatir dicha amenaza y creyendo que pueden usar la fuerza militar contra estos grupos fuera del territorio estadounidense.

La Administración de Trump no ha podido demostrar su teoría, sobre el Cártel de los Soles, ni la implicación del Gobierno de Maduro. Lo que está claro es que la presencia naval en las costas de Venezuela es una medida de presión contra el gobierno de Venezuela y la amenaza de una posible invasión terrestre.

Lo que supuso la recomendación por parte de la Administración Federal de Aviación (FAA) de extremar precauciones al operar en el espacio aéreo venezolano por el empeoramiento de la seguridad y el incremento de la actividad militar. Esa alerta motivó que varias aerolíneas suspendieran vuelos y que el gobierno venezolano revocara derechos de tráfico a varias compañías internacionales. Hasta que Donald Trump, presidente de Estados Unidos, a través de su cuenta en Truth Social avisa que aerolíneas, pilotos, narcotraficantes y traficantes de personas consideren su espacio aéreo sobre y alrededor “cerrado en su totalidad”. Ahora, solo queda la amenaza de Trump de proceder por tierra en los próximos días ya que “es más efectivo”. 

La excusa es combatir el narcotráfico, pero la realidad es que cada vez estamos más cerca de una operación militar para derrocar el régimen chavista. Hasta ahora, ni las sanciones, ni la diplomacia, ni el plan «Transición Democrática”, propuesto por Estados Unidos para retirar las sanciones a cambio de que un gobierno de transición organice nuevas elecciones, no han dado resultado. Nicolás Maduro está aferrado a poder ilegalmente, Estados Unidos está dispuesto a pagar 50 millones de dólares por  información que conduzca al arresto del presidente venezolano Nicolás Maduro y lo peor es que no descarta una invasión y cambiar de Gobierno.

Estamos hablando de la soberanía de Venezuela, donde una intervención de Estados Unidos es ilegal, ilícita y una violación flagrante del Derecho Internacional. Como dice la Carta de Naciones Unidas; “Ningún Estado o grupo de Estados tiene derecho a intervenir directa o indirectamente, y sea cual fuere el motivo, en los asuntos internos o externos de cualquier otro». Por lo tanto, no solamente la intervención armada, sino también cualesquiera otras formas de injerencia o de amenaza son violaciones del Derecho Internacional”. Nicolás Maduro no ganó las elecciones y es un presidente ilegítimo, pero Estados Unidos no puede hacer ni el cierre del espacio aéreo de Venezuela ni trasgredir el principio de la no intervención.

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