El confinamiento como única vacuna.
El confinamiento se convierte en la única vacuna, de momento, contra el coronavirus, un ejercicio de responsabilidad para detener el alcance del virus. El estado de alarma en España se convierte en una petición de responsabilidad y de paciencia a los españoles y españolas, ante la mayor crisis sanitaria y económica. El fundamento ético es reducir el riesgo de transmisión y limitar la amenaza en la población en general. Aunque ello implique discrepancias entre los llamados derechos individuales y los derechos colectivos de la población a fin de permitir al Estado adoptar medidas frente a una grave amenaza a la salud. Sin confinamiento absoluto no habrá contención, aunque conseguirla puede ser cuestión de mucho tiempo y a lo mejor no se conseguirá nunca. De momento hasta que no se descubra una vacuna, es la única solución que nos queda, aunque no nos guste quedarnos atrapados en nuestras casas y sin poder disfrutar…
