Del nacionalismo catalán al populismo.
Nacionalismo y populismo generan fidelidades inalterables instaladas en el universo de las emociones, presentan sus postulados desde la identificación sentimental, pasando a un segundo plano la naturaleza programática y la posibilidad de que sea factible. Se eliminan los matices y las dudas, se convierten sus ideas en más incondicionales y acríticas. Carles Puigdemont ha demostrado sus recursos, sus capacidades e incluso sus limitaciones; antes como President y ahora como expresident de la Generalitat. Ha desarrollado nuevas competencias y habilidades emocionales y persuasivas que están siendo eficaces para captar la atención de la ciudadanía a través de los medios de comunicación y redes sociales, vendiendo un discurso de nacionalismo y populismo a la vez. Desde que la Fiscalía se querellaba contra Carles Puigdemont y todos los miembros de su Govern, la presidenta del Parlament y los miembros de la Mesa, por los presuntos delitos de rebelión, sedición y malversación, el expresident de la Generalitat y…
