Vivimos en tiempos de «bulocracia», un neologismo para expresar ideas de siempre. Es el poder del bulo, la postverdad, las noticias falsas, las medias verdades… Es la manipulación masiva en la que estamos inmersos por medios de comunicación, redes sociales y ciertos partidos políticos. Donde la ciudadanía cae a la vez en la incredulidad de no creer en nada y a su vez la credulidad de creerse cualquier cosa por inverosímil que parezca. Engañando, contando verdades desfiguradas, dando datos erróneos, ofreciendo imágenes y conclusiones para sugerir interpretaciones, muchas veces fuera de contexto. Está vez por una catástrofe ambiental, causada por una depresión aislada en niveles altos (DANA) que comenzó ayer 29 de octubre de 2024, afectando en distinta medida a la Comunidad Valenciana, Castilla La Mancha y Andalucía.
En unas pocas horas ha caído en algunas zonas el equivalente a un año de lluvia, lo que ha provocado grandes riadas que han arrasado localidades enteras, dejando atrapadas a miles de personas, al menos 90 muertos en Valencia y varios desaparecidos en Albacete. Donde la propagación de desinformación o informaciones falsas han contribuido a generar confusión. La viralización de rumores demuestra, que la «bulocracia» está haciendo tanto daño, como la falta de previsión de la Generalitat Valenciana y de información anticipada.
Quedan muchos días de recoger barro y enseres, de buscar desaparecidos, de reconstruir… Pero, la DANA la han aprovechado la derecha y la extrema derecha para expandir bulos. La verdad ha dejado de ser un valor real, para intentar confundirla y aplicarla a los intereses de una parte. Porque la verdad es que se lanzaron tarde las alertas del sistema «Es-Alert», ya con las inundaciones comenzadas. Un sistema que desde 2023, es para enviar mensajes por SMS a los teléfonos celulares de los habitantes en caso de catástrofe. Debido a dicha tardanza, muchos ciudadanos salieron a las calles a trabajar y muchos no tomaron las medidas necesarias para resguardarse.
El Partido Popular (PP) y la ultraderecha de Vox, desmanteló a principios de año la recién creada Unidad Valenciana de Emergencias, un organismo creado por el anterior gobierno de la Generalitat, para poderse enfrentar ante cualquier catástrofe en la comunidad. El presidente de la Generalitat valenciana, Carlos Mazón, se pronunció ayer alrededor de las 18.00 horas en una rueda de prensa, donde expresó que el temporal estaría «disminuyendo» en su entrada a la comunidad, además de pronosticar una desviación hacia la localidad de Cuenca. La responsabilidad de la gestión de la catástrofe correspondía a la Generalitat Valenciana. Carlos Mazón marcó el nivel 2, por lo tanto la competencia es solo autonómica, aunque puede pedir ayuda al Estado y permite desplegar la UME. La Generalitat no ha querido de momento la posibilidad de decretar situación 3 de alerta, lo que implicaría que el Ministerio de Interior asumiera toda la gestión de la emergencia.
Con el paso de los próximos meses, la «bulocracia», la posverdad y la mentira darán muchas versiones y explicaciones de lo que ha pasado, de los verdaderos responsables de la negligencia. Seguro que intentarán cambiar nuestra percepción de lo sucedido. Basta con hacer correr rumores, falsos datos e imágenes, para que se expandan como virus infecciosos por las redes sociales y algunos medios de comunicación. Para una parte malintencionada, les preocupa más atacar al Gobierno de España, a las instituciones e incluso a la democracia, que salvar a las víctimas y solucionar la propia catástrofe.