«Pausa táctica» o tiempo muerto, se asocia con deportes como el baloncesto o el voleibol, se emplea como una interrupción para analizar el juego del equipo contrario y realizar ajustes necesarios, descansar y recuperar energía, incluso para romper el ritmo del equipo contrario. A partir de hoy domingo, comenzará en la Franja de Gaza una «pausa táctica» de 10 horas en tres zonas del enclave. Donde el ejército israelí cesará en su actividad militar, para permitir la distribución de ayuda humanitaria. Lo hubieran podido llamar: tregua, alto el fuego o simplemente paz, pero han escogido este eufemismo, para intentar solucionar el aumento de muertes por desnutrición en la Franja de Gaza. Con la llegada hoy, de unos 35 camiones con comida del Programa Mundial de Alimentos de la ONU y el lanzamiento de paquetes con ayuda humanitaria en paracaídas, por parte del ejército de Israel. Después, quedarán 14 horas cada día, para seguir asesinando a la población palestina.
Israel sigue marcando las reglas del conflicto. Planteando una «pausa táctica», como una estrategia indirecta donde se mezclan elementos de guerra psicológica, en una falsa pausa por motivos humanitarios. Palestina es uno de esos países marcados por la violencia y la injusticia. Desde 1948, la resolución 181 de las Naciones Unidas otorgaba la mitad de Palestina a los judíos que se encontraban en la diáspora, para que crearan allí su propio estado. Los palestinos han sufrido una colonización, constantes guerras, un apartheid y un genocidio. Los palestinos necesitan la paz definitiva, un Estado y el reconocimiento internacional de sus derechos, no una pausa ficticia, en la que Israel puede seguir matando durante 14 horas al día.
Los lanzamientos aéreos y un goteo de camiones, ni el establecimiento de «rutas seguras» para permitir el tránsito de organizaciones humanitarias no solucionarán el año y 9 meses de genocidio y la política de hambruna provocada por Israel, como consecuencia del atentado terrorista de Hamás del 7 de octubre de 2023. Una pausa táctica es un intento de blanqueo por parte Israel, pero no deja ser la denominación de otra operación militar en curso, donde existe una parte humanitaria, pero donde Israel sigue con sus propósitos de represión y aniquilación del pueblo gazatí. La sociedad internacional no ha conseguido nada, el fondo del problema continua, donde aparte de un tema de justicia y libertad, es de derechos humanos. Donde Israel, seguirá asesinando a personas inocentes y expulsarlos de sus tierras, cuestión que avergonzará a las generaciones venideras, por no haber hecho actualmente nada por remediarlo.