Open Arms es una ONG española fundada en septiembre de 2015. Su misión es salvar vidas de personas que tienen que huir de sus casas, personas migrantes que arriesgan sus vidas para llegar a un destino mejor. Este miércoles, un barco de Open Arms, atracaba en Tenerife y la reacción del líder de Vox, Santiago Abascal, en la red X, fue constatar una vez más, su discurso de odio, antiinmigración, xenofobia y racismo: «Ese barco de negreros hay que confiscarlo y hundirlo. Para que sirva de advertencia de cuál va a ser el final que les espera a todos los multimillonarios y políticos que promuevan la invasión de Europa». Posteriormente, ha ampliado su mensaje, con un nuevo post: «Sí, hay que hundirlo. Y no os atrevéis a preguntar a los españoles porque la inmensa mayoría piensa lo mismo» El comentario de Abascal, ha coincidido con la firma del convenio de colaboración suscrito con el Gobierno de Canarias y la ONG Open Arms se despliegue en aguas del archipiélago, al menos durante dos meses, para ayudar a visibilizar y sensibilizar sobre la ruta atlántica de la inmigración.
Open Arms es una ONG que ha rescatado a más de 700.000 personas, en estos diez años. Es totalmente injusto tildar de «barco de negreros» y de supuestamente cooperadores de las mafias que trafican con personas. Argumento que ya ha mantenido Vox otras veces, por ejemplo contra el Aita Mari, considerando que estas ONG promueven la invasión de nuestros países con personas que entran «ilegalmente». Manteniendo que hacen exactamente lo mismo que los barcos negreros de los siglos XVI al XIX, donde los portugueses e ingleses recogían esclavos en África para llevarlos a América. Incluso el propio Matteo Salvini, ministro de Interior italiano, rechazó la entrada de un barco de Open Arms calificándolo de «servicio de taxi marítimo», haciéndolo esperar durante más de 20 días frente a las costas italianas, para desembarcar en Lampedusa con 160 migrantes a bordo, en 2019.
Ante la pasividad europea y el rechazo a la inmigración, está la hostilidad de todos los grupos de extrema derecha europea y Estados Unidos con Trump, donde Vox ha traído consigo la radicalización del discurso político. El rechazo sistemático de los migrantes, criminalizando de forma ”preventiva”, sobre todo los pertenecientes a la comunidad musulmana. Con mensajes de deportación a sus países, convirtiendo la xenofobia, el racismo y el machismo, en unos temas que supuestamente preocupan a la sociedad y dan votos. Lo más racista, es atacar a los «menas», que no son otra cosa que menores extranjeros no acompañados, es decir, niños que están solos en nuestro país. Y, que Vox se niega a su realojo. Donde siguen manteniendo, que hay una estrecha colaboración entre el Gobierno y la mafia de los traficantes de seres humanos, provocando un efecto llamada.
Mensajes como “hay que blindar las fronteras, para que los inmigrantes no entren«, «hay que blindar los mares, para que los traficantes negreros no puedan traficar con la dignidad de las personas”, “hay que expulsar de manera inmediata a los inmigrantes ilegales”, “encerrarles hasta su expulsión”, “perseguir a las ONG que ayudan y colaboran con las mafias del tráfico de personas”. No son mensajes nuevos de Abascal, aunque ahora tenemos una nueva faceta, la de confiscar y hundir barcos, por el simple hecho de salvar vidas a personas humanas.
España necesita migrantes, que podrían ayudar potencialmente a mitigar los desafíos planteados por el envejecimiento de la población española, contribuyendo a la sostenibilidad del sistema de pensiones, estimulando el crecimiento económico y aportando mediante estrategias efectivas su integración. Los migrantes supuestamente ilegales, están trabajando, si no tienen papeles es culpa de falta de voluntad política. Los migrantes no vienen a la reconquista del Al-Ándalus, ni a quitarnos nuestras costumbres, ni la religión, ni vienen a aumentar la delincuencia. Vienen a intentar vivir, como lo hicieron los migrantes españoles, con su migración laboral en los años 1950 y 1975.
Open Arms se dedica al salvamento de personas, su objetivo es que no se ahoguen, que lleguen a un destino seguro. La responsabilidad de la acogida es de los Estados. Personas que como los esclavos en su época, se les niega los derechos humanos básicos. Personas que abandonan sus familias y lo poco que poseen, por un trabajo, por unos papeles, para ser tratados como seres humanos. El discurso racista, xenófobo, machista y fascista de Vox es incompatible con los valores propios de un sistema democrático y suponen un peligro para la convivencia. Mientras tanto, siguen encontrando personas que les votan, que defienden su odio y que están a favor de hundir el barco de Open Arms.