No al discurso de odio en la sociedad. No prestar el Congreso de los Diputados para conculcar nuestros derechos, que avala la Constitución Española. Hoy el Congreso de los Diputados, en la sala Ernest Lluch, es el escenario de las «Jornadas sobre ideología de género y denuncias falsas España/Argentina», los días 4 y 5 de septiembre, organizadas por Vox y la Asociación Nacional de Ayuda a las Víctimas de Violencia Doméstica (ANAVID). La Mesa de la Cámara Baja, es el órgano encargado de autorizar las peticiones de grupos parlamentarios, partidos políticos, asociaciones u organizaciones para utilizar las dependencias del Congreso con el fin de hacer actos. La Mesa dio el visto bueno, con el voto a favor del PP y PSOE, con el voto en contra de Sumar. Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), EH Bildu y Bloque Nacionalista Galego (BNG) registraron un escrito ante la Mesa del Congreso para exigirle que no se celebrara. A pesar de todo ello, Vox puede acoger sus jornadas en el Congreso de los Diputados.
Las jornadas contará con tres mesas: cómo se han «configurado las leyes de Violencia de Género»; qué «consecuencias han tenido en la sociedad» y quiénes son sus «víctimas reales» en España y Argentina. El límite de la libertad de expresión es cuando se conculcan otros derechos. Desde esta web nos adherimos a la suspensión inmediata de estas jornadas, retirando dicha autorización.
¡ No al discurso de odio ! ¡ No en el Congreso de los Diputados !
Cuando la discriminación se materializa a través del lenguaje, bajo el amparo de la libertad de expresión. Los discursos de odio ponen en conflicto los derechos fundamentales y de lo cual se aprovechan los partidos de extrema derecha. Estas «jornadas» son un claro ejemplo de que «se puede decir todo» con el pretexto de la libertad de expresión, aunque ofenda a los demás.
Permitir el uso de la libertad de expresión no puede vulnerar derechos fundamentales. El discurso de odio siempre precede a la acción y produce una indefensión a las mujeres. No podemos trivializar la gravedad del discurso de odio, porque genera una grave indefensión a las víctimas. Hemos de defender la dignidad de las personas y sus derechos fundamentales.
No podemos prestar el Congreso de los Diputados a unos grupos que van en contra de las libertades públicas garantizadas por la Constitución. Esperemos que la presión social y política, impida que mañana sigan dichas jornadas, que atentan contra las mujeres y contra todos los que no queremos negacionistas de la violencia machista.