En este momento estás viendo Acciones de presión.

Acciones de presión.

Los Estados deberían arreglar sus controversias internacionales por medios pacíficos, mediante la negociación, la mediación, la conciliación y el respeto a la justicia. Cuando un Estado ignora la justicia internacional, las partes afectadas pueden llevar el asunto al Consejo de Seguridad de la ONU para solicitar medidas de cumplimiento. Todo esto no sirve de nada, solo queda la comunidad internacional. Cuando la comunidad internacional no hace nada, solo quedan las acciones de presión.

Todos sabemos que la violencia no lleva a la paz, que el odio genera más odio. Es necesario hacer acciones para intentar cambiar todo lo malo de este mundo. No importa que parezcan pequeñas, insignificantes o inutiles, lo importante es hacer. Nos proponemos una utopía: intentar cambiar el mundo. No existe una misma formula para todo. Y, cada uno de nosotros quiere cambiar distintas cosas. Tenemos diferentes ideas acerca de lo que se necesita cambiar. Lo que todos tenemos claro, es que nadie nos debe limitar la libertad de elegir qué debemos cambiar.

Las metas del milenio están trazadas a partir de cuestiones tan básicas como: reducir la pobreza, asegurar la salud y el bienestar, educación, igualdad de género, trabajo… Pero, como seres humanos, reconocemos que todos queremos ser felices, reducir o incluso eliminar todas las diferencias y sobre todo evitar el sufrimiento. No queremos violencia. Ni más guerras, aunque parece algo consustancial al ser humano. No sabemos cómo o por dónde empezar. Los Estados, el poder y los sistemas impiden las soluciones. Nos hemos acostumbrado a la violencia como algo inevitable y la paz como algo imposible.

Cada uno y una de nosotras, puede y debe hacer algo. En definitiva, estoy hablando de movilizarnos, de no conformarnos con la realidad. De acciones de presión, acciones pacificas. Se puede cambiar las cosas. Desde la política, desde nuestra acción en grupo. Pero, sobre todo desde cada uno de nosotros mismos. Cada acción personal repercute en la sociedad y puede ayudar a cambiar lo que no nos gusta o simplemente no funciona.

Acciones para promover la comprensión, para resolver conflictos, para hacer fuerza, para erradicar la violencia. ue pueden ser individuales o colectivas, de instituciones o del Gobierno. Acciones como solución pacífica de controversias. Porque cuando la comunidad internacional no hace nada, existen otras opciones. Israel ha desoido el mandato de Naciones Unidas, la propuesta de tregua de EEUU, las peticiones de la comunidad internacional. Ha seguido ampliando sus ataques en Gaza, dirigidos a causar el mayor daño a los civiles, siguiendo con el genocidio. Sin existir ningún tipo de respeto por la vida ni el derecho internacional, pero lo más grave es la incapacidad del Consejo de Seguridad de la ONU gracias al veto de Estados Unidos.

Acciones de presión de la sociedad civil, de organizaciones no gubernamentales, pero también de instituciones y de los gobiernos. Acciones de presión necesarias que no llegan. España es de los pocos paises que se ha diferenciado de la comunidad internacional: el 28 de mayo de 2024, el Consejo de Ministros aprobó el reconocimiento del Estado de Palestina. Está preparando un real decreto ley para imponer un embargo de armas a Israel. Han apoyado la acción de los manifestantes en La Vuelta. Ahora, España se suma a Eslovenia, Países Bajos, Irlanda e Islandia, para no participar en el festival de Eurovisión si finalmente lo hace Israel.

Necesitamos más acciones de presión, hasta alcanzar una convivencia pacífica entre los Estados como reconocen las Naciones Unidas en su Carta Fundacional. Es hora de acabar con los abusos, las desigualdades, la pobreza extrema, y las imposiciones de Israel. El pueblo palestino tiene derecho a vivir en paz, a tener su Estado, a desarrollar el sistema de sociedad que consideren sus ciudadanos. Israel no tiene ninguna autoridad jurídica ni para expansionarse, ni para bombardear, ni asesinar.

En la sesión de control de hoy al Gobierno celebrada en el Congeso, Feijóo ha afeado a Sánchez que busca tapar con estas acciones «sus vergüenzas». Es una pena, que la derecha no reconozca el genocidio de Israel al pueblo palestino, que ha reconocido la Comisión Internacional Independiente de la ONU y se dedique solo a atacar al Gobierno de España. Faltan aún muchas acciones de presión en la cultura, en el deporte, en la economía…

Deja una respuesta