Vanidad e incompetencia en la política.
Reconozcamos que entre la gente normal, entre los que mi incluyo, a esos que se les pide sacrificios, que trabajen, que paguen impuestos, que voten a un determinado partido. Hay hartazgo con la política o quizás empacho de tanta vanidad e incompetencia de nuestros políticos. Podríamos hablar de matices e incluso de partidos, pero no se salva nadie. Lo que no me queda muy claro, es si es más vanidad que incompetencia o viceversa, la incapacidad de llegar a ningún acuerdo o a lo contrario de lo que prometieron. Cuando digo que no se salva nadie, es desde mi punto de vista una afirmación categórica y demostrada cada día por nuestra clase política: ni "sanchistas", ni "podemitas", ni "la derechita cobarde", ni "la veleta naranja" ni los patriotas de la utraderecha... Si para los católicos existe el mandamiento de “No tomar el Nombre de Dios en vano”, para los políticos debería existir…
