Ironía de ser catalán.
He trabajado en siete comunidades autónomas de España, siempre me ha perseguido la misma pregunta: ¿de dónde es usted? Siempre he respondido con una sonrisa y con ironía: ¡Todos tenemos algún defecto: soy catalán! No es que no me sienta orgulloso de ser catalán, es que siempre me ha llamado la atención el interés de la gente en encasillarte, en poner etiquetas. Soy ciudadano del mundo, vivimos en una aldea global. Sócrates se caracterizaba por usar la ironía para “ridiculizar” los argumentos contrarios a los suyos. Siempre me ha gustado la ironía, aparentar no saber absolutamente nada, dar a entender lo contrario de lo que se dice. La ironía contiene una sutil burla o comicidad, molesta a los que la entienden y a los que no también. Incluso algunos piensan que es una forma de quedarse en lo superficial y no entrar en lo importante. Hoy jornada de reflexión de las elecciones autonómicas catalanas, con un sentido…
