El preparacionismo de la Unión Europea ha presentado su recomendación de un «kit de supervivencia» para emergencias. La idea es contar con lo básico para resistir durante 72 horas, en el caso de no recibir ninguna ayuda de auxilio. Esta idea conocida como movimiento «preppers», se basa en estar preparados para escenarios catastróficos, de tal forma que, en el caso de que sucedan, podamos hacer frente desde una guerra, un colapso de internet, una catástrofe natural o una pandemia. Una tendencia que comenzó en Estados Unidos durante la Guerra Fría y que, en los últimos años, se ha extendido el preparacionismo a muchos países.
Al finalizar la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), el mundo se dividió en dos bloques: el occidental, que apoyaba el modelo económico del capitalismo por medio del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y el oriental, que realizaron el Pacto de Varsovia que se basaba en el comunismo. La Guerra Fría fue un conflicto entre los años 1947 y 1991 entre los dos bloques de potencias y sus aliados, en el que a pesar de las tensas relaciones entre Estados Unidos y la URSS, nunca llegaron a enfrentarse militarmente. Pero, participaron en guerras extranjeras ejerciendo intervenciones en eventos ajenos donde favorecieron o atacaron a los bandos contrarios, como en el caso de la Guerra de Corea (1950), en la que derivado de la invasión de Corea del Norte, apoyada por el bloque socialista, Estados Unidos apoyó a Corea del Sur. La Guerra de Vietnam (1955), que se desató la tensión entre el Frente de Liberación Nacional contra Vietnam del Sur, con el objetivo principal de impedir una toma comunista de la región, que recibió apoyo militar de Estados Unidos. El Checkpoint Charly (1961), donde tanques rusos y estadounidenses se apuntaron entre ellos durante cinco días, después que militares rusos registraran a un diplomático norteamerican0 en el paso fronterizo del muro de Berlín. O en la crisis de los misiles (1962), donde Estados Unidos descubrió misiles rusos en Cuba, por lo que amenazó con invadir la isla. Rusia retiró los misiles para evitar la invasión.
Durante estos años de miedo y de cruce de amenazas, saltó a la palestra la la poderosa metáfora del botón nuclear, el supuesto dispositivo con el que los presidentes de las naciones con armas atómicas podrían desencadenar el «fin del mundo». El preparacionismo en Estados, llegó a que en 1961, el Departamento de Defensa de Estados Unidos distribuyó todo tipo de manuales para integrar un búnker en el jardín de la vivienda habitual que garantizara la seguridad de sus habitantes, ante la posibilidad de un ataque nuclear, equipados con todo lo necesario para vivir: camas, mantas, comida, libros, productos de aseo… Fue la época de la carrera armamentística entre ambas potencias, en que los ciudadanos con mayor nivel adquisitivo, buscaban soluciones para su seguridad.
La idea de la OTAN fue crear una organización de defensa colectiva frente a un enemigo claramente identificado en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y por extensión en el Pacto de Varsovia. Una vez desaparecida la URSS, la OTAN tuvo que reconsiderar su finalidad fundacional. Pero, la OTAN siguió con su estructura sin amenazas, pero siempre valorando la existencia de un riesgo que se podría materializar como un peligro y con el carácter preventivo de la seguridad. Participando en la guerra de Kosovo, la guerra de Afganistán y la intervención en Libia.
Ahora, la UE parece querer recordarnos con este preparacionismo, que hay un peligro inminente y nos recomiendan que tengamos un kit de supervivencia para 72 horas. No sabemos si el peligro será Rusia, una catástrofe natural, otra pandemia o una amenaza desconocida. Supongo que el paso siguiente será que nos hagamos refugios o búnkeres, como los que se pusieron de moda en Estados Unidos durante la Guerra Fría. Nos quieren meter miedo, en un momento en que tanto la guerra de Ucrania y de Gaza, incumplen las normas de las guerras: el homicidio internacional, la tortura, el trato inhumano, la causa deliberada de grandes daños, el ataque a la población civil, el atacar zonas desmilitarizadas, el impedir la entradas de alimentos y medicinas… ¿ Para qué necesitamos un kit de supervivencia para 72 horas ?
Si lo que quieren es nuestro apoyo para comprar más armas, que no engañen a nadie, pensando que es una solución agotar el papel higiénico como sucedió en la pandemia, o que comencemos a comprar latas de conservas para estar preparados para escenarios catastróficos. ¿ Por qué sobrevivir tres días ? ¿ Ese consideran que es el plazo estimado por las autoridades, para restablecer el orden o tomar las primeras medidas ante un desastre ? ¿ Cuánto tiempo de guerra llevan en Ucrania o Gaza ? ¿ En la sociedad más avanzada de todos los tiempos, tenemos que pensar la ciudadanía en tener una mochila de supervivencia ? Por desgracia no es cuestión de survivalismo, del inglés survival (supervivencia), ni sirve de nada el construir un búnker bajo tu casa y llenarlo de víveres. Son los Estados los que tienen la obligación de defender a sus ciudadanos, tanto en términos de seguridad como de protección de los derechos humanos. Son los Estados, los que tienen que cumplir las normas a través de sus sistemas jurídicos nacionales, canales diplomáticos o mecanismos internacionales de solución de controversias y no de preparacionismo.